Blanca Llácer, vocal de Dermofarmacia y Formulación Magistral del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Alicante, afirma que las principales consultas farmaceutas los meses posteriores al verano van siempre relacionadas con la sequedad, la deshidratación y la sequedad de la piel, unido a cómo prolongar el bronceado.
Por esta razón, remarca la necesidad de un consejo personalizado para cada caso y debe ser un proceso pautado que divide en distintas fases:
1. Exfoliación. Peelings químicos con ácido láctico o mandélico, así como ácido salicílico para pieles con acné.
2. Mantener una rutina de limpieza diaria. Aceites vegetales, ceramidas y la manteca de karité son productos que ayudan a la disminución de la pérdida de agua transepidérmica.
3. Mantener los “after-sun”. Los productos que contienen aceites ozonizados, alfa bisabolol o polypodium leucotomos ayudan a la reparación y recuperación de la piel.
Así mismo, Llácer apunta la importancia de los despigmentantes como el retinol, el ácido azelaico o el ácido tranexámico, siendo este un tratamiento lento que empieza a ser visible en un tiempo entre 6 y 8 semanas.
¿Cuándo acudir o derivar al especialista?
Se debe acudir ante cualquier cambio sospechoso de cualquier lunar o mancha así como la aparición de las mismas.