Un elevado porcentaje de casos de cáncer de piel se pueden prevenir y sobre todo curar gracias a un diagnóstico a tiempo.
La aparición de lunares y el cambio de estos debe ser revisado ya que estos pueden evolucionar hacia lesiones cancerígenas.
Es importante la autoexploración de lunares prestando atención a los siguientes puntos:
Asimetría. La mitad de un lunar se ve diferente a la otra.
Bordes irregulares. El contorno del lunar mal definido o borroso puede ser signo de melanoma.
Color. Los lunares particularmente oscuros o multicolores pueden conllevar riesgo. Los negros aumentan la sospecha.
Diámetro. Una manga o lunar de más de 6 milímetros de diámetro es señal para acudir al dermatólogo.
Evolución. Cuando un lunar modifica su tamaño, forma o color y además pica, se inflama o sangra, este debe ser controlado por especialistas.
La dermatoscopia digital es la clave para un diagnóstico precoz del cáncer y otras enfermedades cutáneas.
FotoFinder es el especialista en tecnología punta para la visualización de la piel que no solo revela el estado de los lunares, sino que, además permite detectar a tiempo la existencia de nuevas lesiones.